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Spoiler: O no.

Nos han vendido esta idea desde siempre: una cita ideal implica un ramo de flores, velas, vino caro y conversación brillante con alguien que sepa pedir postre en francés.

Y oye, a veces eso apetece.
Pero en EstallaX creemos que el guion de la cita perfecta no está escrito… se siente.

¿Qué esperamos realmente de una cita?

Una cita no es un evento de etiqueta.
Es un espacio de encuentro, juego y conexión, donde la magia ocurre cuando hay verdad, no protocolo.

¿Y si la cita perfecta no incluye flores… sino risas?

¿Y si no hay cena elegante, pero sí una pizza en el suelo, descalzos, compartiendo confidencias entre mordiscos?

Porque lo importante no es lo que hay sobre la mesa, sino lo que pasa entre las miradas.

🥂 Romanticismo sí, pero con autenticidad

El problema no es el romanticismo.
El problema es cuando se convierte en un checklist que olvida lo esencial:
la emoción real detrás del gesto.

Una flor regalada porque “toca” no vale nada.
Un mensaje inesperado, una canción compartida o un silencio cómodo pueden tener mucho más impacto que una cena de tres tiempos.

Las citas deberían parecerse más a lo que sentimos… y menos a lo que creemos que “deberíamos hacer”.

Las mejores citas (según mujeres reales)

Preguntamos en nuestra comunidad EstallaX qué recordaban con más cariño.
¿Sabes qué respondieron?

  • “Una vez que nos perdimos en coche y acabamos viendo el amanecer en una gasolinera.”

  • “Cuando me cocinó algo horrible, pero se esforzó tanto que no paré de reír.”

  • “La cita que no terminó esa noche.”

Nadie mencionó flores. Ni langosta.
Mencionaron emociones, momentos inesperados, toques de vulnerabilidad y piel.

Las citas también pueden ser sensuales (sin guion)

¿Y si la cita perfecta es en casa, con tu playlist favorita, luz baja y la libertad de hablar (o no hablar) de lo que realmente te mueve?

¿Y si lo sexy no está en el outfit… sino en cómo te sientes tú?

Las citas más eróticas no siempre tienen preámbulo, pero sí mucha presencia.

¿Y las citas contigo misma?

Porque sí, también cuentan.
Pedirte tu comida favorita, ponerte guapa solo para ti, leer ese libro con copa en mano o darte ese baño sin interrupciones.

Ser tu mejor cita es el mejor entrenamiento emocional que puedes tener.
Y de ahí, lo que venga… será por placer, no por necesidad.

Conclusión: la cita perfecta es la que tú definas

Flores o no. Cena elegante o desayuno en la cama.
Lo importante es que te sientas vista, escuchada y, sobre todo, libre de ser tú.

Porque cuando eso ocurre, no hay duda:
estás en una cita inolvidable.

Las citas perfectas deben incluir flores y una cena elegante.