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Respondido por Lara, Sexóloga Virtual

Esta es una situación delicada porque involucra creencias profundas, y ahí no hay "trucos" mágicos. Pero sí hay formas de navegarlo con respeto.

Primero, la verdad incómoda:

No puedes "atraer" a alguien hacia algo que no quiere o con lo que no se siente cómoda. Eso sería manipulación, no conexión.

Lo que SÍ puedes hacer es crear un espacio de diálogo honesto donde ambos expresen sus necesidades, límites y expectativas.

Cómo abordarlo:

  1. Conversación fuera del momento íntimo: No hables de esto cuando estés intentando iniciar algo físico. Busca un momento neutral.

  2. Pregunta antes de asumir: "¿Cómo te sientes tú con respecto a la parte física de nuestra relación? ¿Hay cosas que te gustaría explorar? ¿Hay cosas que te generan conflicto?"

A veces asumimos que la religiosidad = rechazo total al sexo, pero no siempre es así. Puede que tu pareja tenga límites específicos, no generales.

  1. Expresa tus necesidades con vulnerabilidad: "Para mí, la intimidad física es importante porque es una forma de conectar contigo, de sentirte cerca. Entiendo que para ti puede ser diferente por tus creencias, y lo respeto. Pero necesito que hablemos de cómo podemos encontrar un punto medio donde ambos nos sintamos bien."

  2. Busca puntos medios: ¿Hay formas de intimidad física que tu pareja SÍ pueda disfrutar sin sentir que traiciona sus valores? Caricias, besos profundos, abrazos prolongados, masajes sensuales... No todo tiene que ser sexo penetrativo.

¿Y si no hay punto medio?

Aquí viene la pregunta difícil: ¿Son compatibles a largo plazo si sus necesidades y valores en este ámbito son tan diferentes?

El amor no siempre es suficiente cuando hay incompatibilidades fundamentales. Y la intimidad física (o su ausencia) es un tema que genera frustración, resentimiento y distancia si no se resuelve.

No se trata de quién tiene razón. Se trata de si pueden construir una relación donde ambos se sientan respetados, satisfechos y en paz.

A veces, la respuesta más amorosa es reconocer que no son compatibles en algo esencial. Y eso está bien. No eres mala persona por necesitar intimidad física, ni tu pareja es mala por tener límites religiosos.

Pero ambos merecen estar con alguien que los complemente, no que los frustre constantemente.

💜 Lara